La boda de Sandra y Pablo fue una boda única. Desde el primer momento tuvieron claro que querían una boda diferente y que iban a cuidar todos los detalles para que su personalidad se viese reflejada en todos ellos. ¡Y así fue! Y aunque el día comenzó encapotado y la lluvia amenazó un par de veces, la alegría que desprendían iluminaba el ambiente.